Biografía

Desde pequeña, Patricia tuvo una importante conexión con las matemáticas, la electrónica y la programación. En Coyhaique, donde nació y vivió gran parte de su infancia, solía jugar con robots, mezclándose con la naturaleza. ¡Era su pasatiempo favorito!

Sin embargo, solo al dar la prueba de ingreso a la universidad fue cuando decidió dedicarse a las áreas STEM, descubriendo su verdadera vocación. Así, ingresó a la Universidad de la Frontera en Temuco, donde se sumergió en el fascinante mundo de la Ingeniería Electrónica y Eléctrica.

En el año 2003, Patricia llegó a Antofagasta para trabajar en el Observatorio Europeo Austral (ESO), manteniendo siempre contacto con el entorno natural, cambiando el verde del sur por el azul estrellado del norte, en una región llena de oportunidades y desafíos emocionantes.

Actualmente, se desempeña como Ingeniera en Instrumentación en el Observatorio, siendo una verdadera experta en hacer que las máquinas se conecten y se entiendan.

A lo largo de su carrera, Patricia ha trabajado en áreas emocionantes como las telecomunicaciones y las operaciones. Nos cuenta que por su estatura y peso, algunas veces no se le hace fácil manipular equipos muy pesados o que están muy altos. Afortunadamente la tecnología siempre le ha facilitado el trabajo, ayudándola a superar este y otros obstáculos,  como una verdadera maga de la ingeniería.

Además de ser una una mujer STEM, Patricia es mamá de una hija de 17 años. La maternidad para ella ha sido mágica, disfrutando después de cada turno de trabajo y contando con el apoyo de su esposo y familia.

Lo que más le encanta de seguir un camino STEM es que las posibilidades son tan diversas como los colores de un arcoíris. La región de Antofagasta, con sus cielos estrellados y su riqueza minera, le ha permitido crecer y convertirse en una mujer referente en STEM.

¿Qué le dirías a las niñas que hoy te están conociendo?

“Atrévete a seguir una carrera que te hará vivir una experiencia de vida llena de posibilidades, donde las mujeres somos muy bienvenidas, respetadas y admiradas. Podrás aportar y hacer crecer a tu región, además de cuidarla y hacerla sostenible para que nuestras hijas e hijos también puedan crecer y seguir aportando”.

Biografía:

El año 2018 fue clave para la vida de Yessenia. Tras años de estudios relacionados a la Minería, se trasladó de Santiago a Antofagasta, lanzándose a una nueva aventura en su vida personal y profesional.

Sin embargo, su relación con la minería comenzó mucho antes, cuando tenía alrededor de 9 años y estaba cursando cuarto básico. En su colegio, uno de los eventos del año era disertar sobre un país y a ella le tocó Australia. Fue tanto lo que investigó, le gustó y lo que se introdujo en ese país, que hasta supo que era una de las grandes potencias en minería a nivel mundial. Ahí se dio cuenta que esa área podría ser un gran plan futuro para llegar a Australia.

Así, la minería sería su camino STEM. Con 18 años ingresó a estudiar Técnico Universitario en Minería y Metalurgia en la Universidad Técnica Federico Santa María. Hoy ya en Antofagasta, trabaja en Escondida | BHP como “monitora de calidad de lubricación en la gerencia de equipo semi móvil, superintendencia de pala”. Suena impresionante, ¿verdad? Es una tarea súper importante para que todo funcione perfectamente en la mina y las máquinas estén siempre listas para trabajar.

A lo largo de su vida, Yessenia ha logrado muchas cosas, como participar en programas de mantenedoras de equipos en la mina, firmar contratos con importantes empresas y convertirse en una experta en lubricación. ¡Es todo un ejemplo! Sorteando también el desafío de demostrar todas sus capacidades para desempeñar labores que se creen masculinas.

¿Qué le dirías a las niñas que hoy te están conociendo?

Todas Pueden lograr lo que se propongan. Las carreras STEM SÍ están hechas para mujeres, aunque a veces el mundo diga lo contrario. Los sueños se pueden hacer realidad y puedes ser tú la protagonista del cambio que el mundo necesita ver».

Biografía

Todo comenzó cuando Ana María descubrió su amor por la ciencia mientras hacía sus primeras prácticas profesionales, estudiando su pregrado de Ciencias del Mar en la Universidad de Cádiz, en España. Allí descubrió todo sobre la vida marina y los misterios del mar. Sin embargo, desde pequeña, en San Javier, un pueblo mágico de la región de Murcia, lugar donde nació, soñaba con investigar los secretos del océano.

Tras sumergirse aún más en el conocimiento haciendo un magíster en Acuicultura y Pesca, se hizo científica, persiguiendo su sueño de estudiar cetáceos. Allí navegaba mar adentro en diferentes países como Perú, Francia y España para tomar datos de observación de ballenas y delfines y realizar sus investigaciones.

Fue en el 2014 cuando decidió cambiar su vida y buscar el doctorado de sus sueños, ¡aunque fuera en otro país! Así, llegó a Antofagasta para realizar sus estudios de Doctorado en la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Antofagasta. ¡Una nueva aventura la esperaba en las tierras de Chile!

Hoy en día, es profesora en el Instituto de Ciencias Naturales Alexander von Humboldt de la Universidad de Antofagasta y directora del laboratorio CETALAB, donde estudia la megafauna marina, ¡esas criaturas gigantes que habitan en las profundidades del océano!

Siguiendo la ruta de las ballenas, entre sus mayores logros profesionales, destaca la creación de un código voluntario de navegación para evitar la colisión de grandes buques mercantes con las ballenas, en Mejillones. Una hazaña que ayuda a proteger a estos increíbles animales marinos.

Y aunque Ana María ha vivido lejos de su país para seguir desarrollando su carrera, esto le ha permitido ser pionera en la investigación de cetáceos en la Región. Su mayor logro profesional: mostrar a la sociedad las maravillas que habitan en las aguas locales y cómo protegerlas, transformando a las ballenas, delfines y marsopas que habitan sus aguas en una identidad para la región.

¿Qué le dirías a las niñas que hoy te están conociendo? 

“Las niñas deben perseguir sus sueños, nada es imposible si uno trabaja por conseguir lo que se propone. Ustedes tienen voz y deben alzarla cuando se encuentren con dificultades. No deben callar ni dejarse amedrentar por personas que les impiden crecer. Sigan estudiando, pues el conocimiento es la base y fundamento que les servirá para lograr sus éxitos”.

Biografía

Sheyla es una brillante investigadora que nació en María Elena, Antofagasta. Hace un año se doctoró en Ciencias Biológicas en la Universidad de Antofagasta, investigando la conexión entre los microorganismos como bacterias y otros que están en el aparato digestivo (microbiota intestinal), con el autismo, una condición del neurodesarrollo que interfiere en las habilidades sociales y comunicativas. Este estudio ha sido un gran avance para la ciencia, pero sin duda, conectó sus dos grandes pasiones que desde pequeña ha tenido: la química y la salud.

¿Cómo llegó aquí? Terminando el colegio en el año 2002 –estudió el Instituto Santa Maria en Antofagasta– supo que se abriría una nueva carrera en la Universidad de Antofagasta. Se trataba de Bioquímica y se la jugó matriculándose en ella. ¡Una elección muy valiente!

Hoy en día, Sheyla es investigadora postdoctoral en la Universidad Católica del Norte (UCN), explorando los misterios de la salud y la neurociencia.

Entre sus logros más destacados, se enorgullece de haber obtenido el grado de doctor después de enfrentar muchos desafíos. También, desde su profesión, ha contribuido en la lucha contra la pandemia y ha iniciado su camino como investigadora independiente en el consorcio Science Up.

Además Sheyla es mamá de una hija de 10 años. Aunque los inicios fueron desafiantes, con el apoyo de una red sólida, ha logrado equilibrar la maternidad con su apasionante trabajo en STEM.

Lo que más valora de seguir este camino en ciencia en la Región de Antofagasta, es la independencia que le brinda su trabajo. Poder explorar el área de la salud y neurociencia le llena de satisfacción y la impulsa a seguir descubriendo nuevos horizontes.

¿Qué le dirías a las niñas que hoy te están conociendo? 

“Que no existan barreras de género para el ingenio de todas las niñas de nuestra Región, su potencial es infinito!”.

Biografía

¿Sabías que todo lo que nos rodea, incluyendo las estrellas en el universo y las montañas en la Tierra, puede ser estudiado a través de la física? Así lo ha realizado Yuvineza Gómez, que ha dedicado su vida a explorar el espacio desde la astrofísica y los volcanes, desde la geofísica.

Su conexión con estas disciplinas comenzó en su infancia, en su natal Antofagasta e influenciada por su padre, un apasionado profesor de matemáticas y física. Experimentos caseros, observaciones astronómicas y conversaciones sobre el mundo que nos rodea, crearon un ambiente ideal para motivar su curiosidad.

Pero su camino se consolidó con dos hechos muy significativos en su vida: presenciar la construcción del Observatorio Paranal y la observación de meteoritos atravesando los cielos de Antofagasta. Desde ese momento, creyó firmemente que una de sus pasiones era la astrofísica. Así, planificó su formación de manera gradual, teniendo claridad que sus estudios abarcarían, al menos, una licenciatura, magíster y doctorado. Su casa de estudios fue la Universidad Católica del Norte (UCN) donde primero realizó la Licenciatura en Física con mención en Astronomía y luego el magíster y posterior doctorado en Ciencias con mención en Física.

Tras investigaciones relacionadas al universo, cambió su foco de estudios a su otra pasión: los volcanes. En la actualidad, Yuvineza se desempeña como investigadora postdoctoral en el Instituto Milenio en Riesgos Volcánicos, Ckelar Volcanes. Su vínculo con la Región de Antofagasta ha sido fundamental para desarrollarse en esta área, permitiéndole aplicar sus conocimientos a desafíos específicos de la zona, como la vulcanología y la geofísica. Desde la observación del volcán Lascar durante su doctorado hasta su actual trabajo, Yuvineza ha demostrado la relevancia de la física en la comprensión de los procesos volcánicos.

Además de su compromiso con la investigación, Yuvineza ha sido una destacada docente en el Departamento de Física de la UCN y constantemente está participando en iniciativas de vinculación con el medio, además de ser embajadora de la Fundación Pequeñas Grandes Estrellas.

Hoy cuenta con más de 13 artículos científicos en importantes revistas. Su investigación se centra en la mecánica estadística, donde crea modelos computacionales para entender cómo funcionan diferentes sistemas. Durante sus estudios, se enfocó en comprender el comportamiento de sistemas astrofísicos. Ahora, en su investigación postdoctoral, está trabajando en crear modelos numéricos para entender los peligros asociados con volcanes activos.

¿Qué le dirías a las niñas que hoy te están conociendo?

«Exploren cada rincón de su curiosidad, sin restricciones de género. No teman desafiar expectativas y perseguir sus pasiones. La ciencia y la tecnología las necesitan; contribuyan con su inteligencia, pasión y determinación. Sueñen en grande, exploren y descubran. ¡El mundo científico y tecnológico las espera con los brazos abiertos!».

Biografía

Hace tres años, Macarena se trasladó a Antofagasta, impulsada por su pasión por la minería. Inicialmente, formó parte del equipo que gestiona el sistema operativo de Escondida | BHP, liderando la excelencia operacional. Sin embargo, su camino dio un giro cuando, gracias a sus habilidades y curiosidad, fue invitada a unirse al equipo de Hidrogeología de la misma minera.

Pero, ¿qué hace una hidrogeóloga como Macarena? Ella estudia el agua subterránea, es decir, el agua que está bajo la tierra. Allí investiga qué características tiene, y cómo se desplaza. En Minera Escondida se dedica a planificar pozos en los cuales sacan esta agua para hacer una producción de cobre más segura.

Pero la conexión de Macarena con la minería viene de mucho antes. Ella nació en Rancagua, una ciudad estrechamente vinculada a esta disciplina, por lo que su curiosidad por los minerales se forjó desde temprano. Ya en el colegio, mostró su gran afinidad por la ciencia y la tecnología, destacándose en matemáticas y resolviendo rompecabezas con entusiasmo. Posteriormente se sumergió en el mundo de las STEM estudiando Ingeniería Civil en la Universidad Andrés Bello, donde su interés se inclinó hacia los cálculos estructurales de puentes y edificios. Pero sus prácticas profesionales marcaron el inicio de su trayectoria en la minería.

Actualmente y ya viviendo en Antofagasta, se desempeña como Hidrogeóloga Operacional de Minera Escondida, liderando los Rajos Escondida Sur y Norte. Aceptó este desafío hace más de un año, demostrando sus capacidades en un área técnica y enfrentando la responsabilidad con determinación. También ha superado desafíos como el trabajo por turnos y ha asumido responsabilidades inesperadas, demostrando su capacidad para superar obstáculos con dedicación y aprendizaje constante.

Para llegar a todo esto, ha encontrado inspiración en grandes mujeres que se han dedicado a la minería, especialmente de la Región de Antofagasta. Así, a lo largo de su carrera, ha contribuido a la mejora operativa de la construcción de obras civiles en minería subterránea y desempeña un papel crucial en la continuidad operacional de la mina.

¿Qué le dirías a las niñas que hoy te están conociendo?

“El talento no tiene género, si lo podemos soñar, se puede cumplir. Pero eso se logra con trabajo, sudor, estudio y siempre disfrutando con lo que se hace. La vocación se puede descubrir en cualquier momento y lo mejor sucede cuando nuestra vocación se junta con la voluntad de hacer las cosas y la pasión por éstas. Si no hay una mujer referente en dónde quieren llegar, ¡construyan ese camino! Sean referentes, varias ya lo han hecho por nosotras, por eso las invito a que lo hagan por ustedes y por las que vienen”.

Biografía

¿De qué color se imaginan que es el cobre y por qué será de ese color? ¿Cómo se extrae, se procesa y se crean nuevas tecnologías para su mejor uso y extracción? Estas son algunas de las preguntas a las que Pía Hernández se enfrenta en su trabajo. Pero ojo, no solo del cobre, sino que de ¡cientos de minerales que investiga a diario!

Calama fue la cuna inspiradora en su camino STEM. Allí, en los dos establecimientos educacionales donde estudió, fue explorando su gusto por la biología y la química, y su buen rendimiento en matemáticas y física. Ya en su juventud, le aconsejaron estudiar ingeniería. Y así lo hizo: a los 17 años comenzó su gran aventura entrando a estudiar Ingeniería Civil Industrial en Química en la Universidad de Antofagasta, donde más tarde haría un magíster en Ciencias de la Ingeniería y luego el doctorado en Ingeniería de Procesos de Minerales.

Con tan solo 24 años de edad, mientras realizaba su magíster, descubrió que le encantaba la investigación, por lo que siguió ese camino hasta el día de hoy, ¡enseñando y realizando investigaciones increíbles!

A lo largo de su carrera, Pía ha enfrentado muchos desafíos, como equilibrar su vida siendo mamá, esposa, hija y profesional. Pero con mucho esfuerzo y la ayuda de su familia, quien es su gran apoyo, ha podido superar cada obstáculo que se le ha presentado.

Lo que más le gusta a Pía de su camino en la ciencia es que le ha permitido conocer la Región de Antofagasta de una manera única. Para ella, la región cuenta con particularidades que son muy interesantes de abordar desde el camino de las STEM: zona desértica, con una biodiversidad especial difícil de encontrar en otros lugares, cielos limpios que permiten visualizar las estrellas de una manera única y diversidad de minerales que ayudan al desarrollo de nuevas tecnologías. Y si bien el agua es un recurso escaso, esta problemática se presta para la búsqueda de nuevas alternativas para el desarrollo de la agricultura, el consumo humano e industrial. Todas estas particularidades han sido aprovechadas por ella, mirando este escenario como una riqueza para el desarrollo científico-tecnológico. “El camino STEM en sí, abre nuevas posibilidades relacionadas a la parte social, donde el foco está en el desarrollo de la sociedad de manera amigable con el medio ambiente y con potencial económico, y eso es interesante cada día, ya que nos desafía a buscar siempre soluciones, lo cual hace que el trabajo sea diverso”, explica.

¿Qué le dirías a las niñas que hoy te están conociendo?

“Si les gusta la ciencia, si les gusta entender cómo funcionan las cosas, si siente curiosidad, si les gusta resolver problemas cotidianos, una carrera STEM puede ser interesante para su desarrollo profesional. Las mujeres podemos ser profesionales excepcionales si nos lo proponemos. Crean en sí mismas, crean que pueden lograr lo que se dispongan a conseguir, el peor enemigo muchas veces es nuestra propia mente. Si creemos en nosotras mismas, no importará lo que diga el resto. La carrera STEM es un camino diverso, con descubrimientos cada día, con poder de asombro, es un camino del cual uno se enamora y motiva cada día a seguir desarrollando nuevas soluciones”.

Biografía

¿Alguna vez has soñado con explorar las estrellas y  descubrir el universo? Esto mismo soñó María José Rain, actual astrónoma del Observatorio Europeo del Sur (ESO), que desde pequeña, en su pueblo natal Curanilahue ubicado en el sur de Concepción, imaginaba el espacio y todo lo que este podría tener.

A ella le encantaba estudiar y aprender, descubriendo en el colegio su conexión con las matemáticas y las ciencias. Fue en esa época cuando, gracias al esfuerzo de sus padres, recibió su primer telescopio y con él, dejó de solo imaginar las estrellas y los cráteres lunares, para comenzar a descubrirlos, mirándolos a través de ese lente aumentado. Allí, ¡comenzó todo su vínculo con la astronomía!

De esta forma, y con muy poca información sobre la carrera, María José entró a estudiar Licenciatura en Astronomía y Física, en la Universidad de Concepción. Orgullosa de su decisión, ya que es la única persona en su familia en estudiar una carrera profesional.

Tras 7 años realizando su pregrado y magíster, decidió partir a Italia para realizar su Doctorado, donde estudiaría las estrellas exóticas en cúmulos abiertos galácticos. ¿Qué gran nombre, cierto? Lo más interesante es que para lograr este objetivo, necesitaba una beca para financiar sus estudios. Resultó que no sólo la obtuvo, sino que además fue la segunda seleccionada a nivel nacional.

Luego de todo su camino profesional, María José llegó a trabajar a Antofagasta, específicamente al Observatorio Paranal de ESO, ¡donde hace más de un año trabaja con el telescopio óptico más productivo del mundo! Ella pasa la mitad de su tiempo observando el cielo, ayudando a científicos de todo el mundo; mientras que la otra mitad analiza datos realizando sus propias investigaciones. Por su puesto, la Región de Antofagasta, con sus cielos estrellados y paisajes únicos, le ha ofrecido un escenario perfecto para explorar los misterios del cosmos.

¿Sobre su inspiración? Nos cuenta que la encuentra en cada mujer valiente que se aventura en este fascinante campo. Además, lo que más destaca de haber seguido el camino STEM es la posibilidad de romper barreras y desafiar las limitaciones socioeconómicas y culturales que nos dice, caracterizan su origen y el de su carrera.

¿Qué le dirías a las niñas que hoy te están conociendo?

“En cada una de ustedes hay un potencial extraordinario, una chispa de curiosidad que puede encender las llamas de la innovación y el descubrimiento. La ciencia y la tecnología son territorios que no conocen límites de género; son un universo emocionante donde cada una tiene el poder de dejar una marca. Además, la Región de Antofagasta les ofrece un escenario perfecto, sean guardianas de estos cielos, las exploradoras de nuevos horizontes y las arquitectas del futuro que desean construir. Ustedes son capaces de cambiar el mundo, y la ciencia les brinda la plataforma para hacerlo. Recuerden que no están solas en este viaje. Hay mujeres fuertes y brillantes que han allanado el camino antes que ustedes, y están listas para guiarlas. Sean curiosas y valientes. Ustedes son la próxima generación de líderes que transformarán las STEM, y estoy emocionada por ver el impacto que tendrán en este maravilloso viaje”.